TCP vs. TLC
Tratado Comercial de los Pueblos vs. Tratado de libre ComercioBolivia exporta aproximadamente 350 millones de dólares anuales a los Estados Unidos de Norteamérica, a través del acuerdo comercial denominado “Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga”, ATPDEA por sus siglas en inglés. Lo importante de estas exportaciones es que se trata de manufacturas con un alto valor agregado, cuyo impacto significativo es la generación de unos 60 mil empleos demandados por alrededor de 300 empresas.
A manera de recordar, esta relación comercial de EE.UU., se inició el 2 de julio de 1992 a través del ATPA “Ley de Preferencias Andinas”, programa llamado también “Guerra contra las Drogas”, primero con Bolivia y Colombia, posteriormente se incluyo a Ecuador en abril de 1993 y en agosto de ese mismo año a Perú. La vigencia establecida fue de 10 años, es decir hasta diciembre de 2001, facilitando a los países andinos arancel “0” para 6100 productos. A partir del 4 de diciembre de 2001 hasta el 31 de diciembre de 2006, el gobierno norteamericano renovó el ATPA por el ATPDEA con el incremento de 700 productos a los 6100 que ya gozaban de arancel cero, lo que significa que la relación comercial con EE.UU. o este tratado de libre comercio, tiene 15 años de vigencia.
Ahora bien, que es un tratado de libre comercio?. Respondiendo esta interrogante destacaremos más bien los tipos de Tratados de Libre Comercio que se han dado en los procesos de integración económica como ser: Zona de Libre Comercio, Unión Aduanera y Mercado Común, cuyos principales objetivos son:
Eliminar barreras que afecten o mermen el comercio.
Promover las condiciones para una competencia justa.
Incrementar las oportunidades de inversión.
Proporcionar una protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual.
Establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional.
Fomentar la cooperación entre países amigos.
Ofrecer una solución a controversias.
Un Tratado de Libre Comercio es importante porque constituye un medio eficaz para garantizar el acceso de productos a los mercados externos de una forma más fácil, sin restricciones, además permite que aumente la comercialización de productos nacionales, se genere más empleo, se modernice el aparato productivo, mejore el bienestar de la población y se promueva la creación de nuevas empresas por parte de inversionistas nacionales y extranjeros. Pero asimismo el comercio internacional sirve para abaratar los precios que paga el consumidor por los productos que no se producen en el país.
Los tratados de libre comercio que se encuentran en vigencia son el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norte América), CEE (Comunidad Económica Europea), ASEAN (Asociación de Países del Sudeste Asiático), CAN (Comunidad Andina de Naciones) y MERCOSUR (Mercado Común del Sur)
El NAFTA es un
tratado económico entre
Canadá,
Estados Unidos y
México que establece una zona de
libre comercio. Entró en vigor el
1 de enero de
1994. A diferencia de tratados o convenios similares (como el de la
Unión Europea) no establece organismos centrales de coordinación política o social. Existe sólo una secretaría para administrar y ejecutar las resoluciones y mandatos que se derivan del tratado mismo. Tiene tres secciones; la Sección Canadiense ubicada en
Ottawa; la Sección Mexicana en
México D.F.; y la Sección Estadounidense en
Washington D.C.La Comunidad Económica Europea se inició el 9 de mayo de 1950 a través de la Declaración de Schuman considerada la primera propuesta oficial para la construcción de una Europa integrada. El 18 de abril de 1951 se firmó el Tratado de Paris por el que se constituye la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), entre seis estados: Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. El
25 de marzo de 1957, se firma el
Tratado de Roma entre los mismos seis estados. De ahí para adelante se dieron pasos trascendentales como el Tratado de Bruselas en 1967, en 1973 la incorporación de Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido, y otros acuerdos hasta los últimos acontecimientos como la del 1º de mayo de 2004 cuando se incorporan, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre, y el 20 de octubre de ese mismo año cuando se firma en Roma el tratado por el que se establece una Constitución para Europa, y aunque dos países miembros (Francia y Holanda) la rechazaron referéndums de por medio, vale la pena mencionarlo por su significativo avance como proceso de integración.
La Unión Europea es la organización internacional dedicada a incrementar la integración económica y política entre sus estados miembros, y a reforzar la cooperación entre ellos. Las especiales relaciones políticas se traducen en el establecimiento de un mismo
Ordenamiento Jurídico, y en la existencia y funcionamiento de sus propias instituciones comunitarias. La primacía o prelación del derecho comunitario sobre el nacional rige allí donde se ha producido cesión de competencias.
Otro tratado de libre comercio se refiere a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), organización regional de estados del Sureste asiático creada el
8 de agosto de
1967. Sus principales objetivos son acelerar el crecimiento económico y fomentar la paz y la estabilidad regionales. La ASEAN ha establecido un foro conjunto con
Japón, y sostiene un acuerdo de cooperación con la
Unión Europea (UE). Su secretariado permanente se encuentra en
Yakarta. Son países miembros:
Indonesia (1967),
Malasia (1967),
Filipinas (1967),
Singapur (1967),
Tailandia (1967),
Brunei (1984),
Vietnam (1995),
Laos (1997),
Myanmar (1997) y
Camboya (1999). En enero de 1992, los miembros de la ASEAN acordaron establecer una zona de libre comercio y reducir las tarifas a productos no agrícolas durante un periodo de 15 años, que comenzó en 1993. La reunión de la ASEAN en julio de 1994 estableció el reconocimiento de la necesidad de relaciones internas más próximas, el aumento de sus miembros y un papel mayor en la seguridad regional después del fin de la guerra fría. Camboya y Papúa-Nueva Guinea tienen estatuto de países observadores y Corea del Sur goza de un estatuto especial.
La Comunidad Andina o Comunidad Andina de Naciones (CAN) es una organización regional económica y política con entidad jurídica internacional creada por el
Acuerdo de Cartagena el
26 de mayo de
1969. Tiene sede en
Lima,
Perú. Está constituida por
Bolivia,
Colombia,
Ecuador,
Perú y
Venezuela (desvinculada recientemente), junto con los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración (SAI). Antes de
1996, era conocida como el Pacto Andino o Grupo Andino.
Chile originalmente fue miembro entre 1969-1976, pero se retiró durante el
Régimen militar de
Augusto Pinochet debido a incompatibilidades entre la política económica de ese país y las políticas de integración de la CAN, sin embargo en los últimos días ha manifestado su intención de volver al ceno de la CAN.
El Mercado Común del Sur o MERCOSUR es un bloque económico cuyos estados miembros son
Argentina,
Brasil,
Paraguay,
Uruguay y
Venezuela (recientemente incorporada). Su propósito es promover el libre intercambio y movimiento de bienes, personas y capital entre los países que lo integran, y avanzar a una mayor integración política y cultural entre sus países miembros y asociados. Los países miembros consideran que su fecha de creación fue el
30 de noviembre de
1985, fecha de la Declaración de Foz de Iguazú que puso en marcha su proceso. Sin embargo el nombre le fue asignado el
26 de marzo de
1991 por el
Tratado de Asunción, en tanto que su existencia como persona jurídica de Derecho Internacional fue decidida en el
Protocolo de Ouro Preto, firmado el
16 de diciembre de
1994, pero que recién entró en vigencia el
15 de diciembre de
1995. El Protocolo de Ouro Preto estableció un
arancel externo común y desde
1999 existe una zona libre de aranceles entre sus integrantes con la sola excepción del azúcar y el sector automotriz. La Unión Aduanera se encuentra aún en proceso de construcción. El MERCOSUR es el mayor productor de alimentos del mundo.
En esta oportunidad la intención es de recordar solo las fechas de inicio de estos importantes esquemas de integración, y reiterar que en todos los casos se han pasado de los 10 años de su aplicación; la CEE tiene más de 50 años de vigencia y la CAN llegó a los 37 años.
Como se podrá advertir, han tenido que pasar 56 años para ver un ejemplo de integración como lo es la CEE que esta a punto de llegar a una integración total si al menos se consolida la Constitución propuesta el 18 de junio de 2004. Y no obstante la CAN y el MERCOSUR que no logran avanzar debido a la informalidad con la que se desenvuelven ambos esquemas debemos destacar su antigüedad, y con mayor razón si queremos referirnos a la propuesta de un nuevo bloque subregional como se lo esta proponiendo el Tratado Comercial de los Pueblos (TCP), es decir cuantos años tendremos que esperar para ver su impacto en nuestras economías?.
A un siendo una iniciativa con buenas proyecciones en cuanto a desarrollo económico, no creemos conveniente interrumpir el ATPDEA más aún si es el único que se ha llevado a cabo con resultados favorables, o es que no queremos entender que se trata de 350 millones de dólares en exportaciones, de 300 empresas que operan para ese mercado, de más de 60 mil familias beneficiadas con este proyecto. Es evidente que esta integración con el país del norte no un fin sino un medio para alcanzar un mejor desarrollo económico.
Pablo Solón, integrante del Movimiento Boliviano por la Soberanía y la Integración Solidaria de los Pueblos, identifica al menos cuatro cualidades del TCP: Asegurar mercados para los productos bolivianos; reconocimiento del Estado como normador y articulador principal del comercio; la complementariedad productiva de las naciones participantes, y la búsqueda de beneficios para los pequeños productores.
Asegurar mercados para productos bolivianos nos parece una idea fabulosa, pues de ser así ya se debería estar trabajando para consolidar una nueva oferta exportable, lo cual no se contrapone a la continuidad del ATPDEA. Por lo que se deja entender el TCP si bien pretende asegurar mercado, sería para la soya, otros productos agrícolas e industriales, quinua, aves, madera y textiles, muchos de estos productos no son precisamente los que se exportan a través del ATPDEA.
Otra de las cualidades del TCP, según dicho representante, es que se reconoce al Estado como normador y articulador principal del comercio; sin embargo conocemos que nuestros Estados han sido, son y seguirán siendo ineficientes en la articulación del comercio internacional, lo que hace imprescindible que más bien exista una sinergia público – privado para encarar la política con el exterior; empero, en lo que respecta al comercio de productos tradicionales, como el gas y los minerales por ejemplo, naturalmente es función del Estado, en este caso, estamos de acuerdo que articule y no solo eso, sino que demuestre eficiencia ya que en base a ello se puede proyectar un desarrollo económico sostenido, Bolivia necesita mejorar sus índices de desarrollo humano, necesitamos mayor atención a educación y salud, y creemos que con el gas, el fierro y la plata podemos avanzar.
En cuanto a la complementariedad productiva entre los países suscriptores del TCP, se dice que el conjunto del TCP habla de la intermediación del Estado en el acopio y comercialización, esto porque no puede existir complementación productiva si no se recupera el rol protagónico del Estado en el comercio internacional. Así como se entiende esta cualidad significa más bien eliminar el comercio internacional, ya que los pequeños productores y las pequeñas y medianas empresas entregarían al Estado sus productos para que éste acopie y posteriormente lo comercialice. Cual sería la forma de pago?, el Estado pagará de inmediato?, o tendrán que esperar que primero lo vendan en el exterior?, esto más bien podría desalentar la producción.
Por otra parte, el acopio requiere de infraestructura y por supuesto de una administración, lo que significa costos que necesariamente se tendrán que trasladar al precio de venta lo cual los harán menos competitivos.
Por donde se lo quiera ver, el TCP es un acuerdo político y no económico. Estamos de acuerdo que Bolivia suscriba un tratado bilateral con Venezuela y que se plasmen todos los convenios suscritos en mayo del presente, si éste país antillano quiere cooperar con Bolivia abriendo su mercado con arancel cero, bien venido, pero, insisto no creo que se tenga que interrumpir nuestras exportaciones a los Estados Unidos. Es más, se debe tomar en cuenta que la estabilidad de los gobiernos venezolano y boliviano no esta en el mejor momento, y no solo eso, sino las experiencias vividas al interior de la CAN y el MERCOSUR, es decir la falta de seriedad. En cuanto a Cuba, no se que productos se podrá exportar, hasta la fecha nuestras ventas fueron nulas, es decir, por las referencias que se tienen en cuanto a ingresos, tendrán los cubanos capacidad para comprarnos joyas de oro, puertas de madera, pantalones, jeans, camisas, manufacturas de cuero, etc., etc., ojo, estamos hablando de un cambio del ATPDEA por el TCP.
Por todas estas consideraciones, creemos que no debemos supeditar las relaciones comerciales al aspecto político, nuestro comercio exterior debe fundamentarse en lo económico, la globalización no ha escogido si son solo países de derecha los que deban integrarse, o solo entre países de izquierda, revisemos lo que nos esta mostrando los resultados del comercio internacional, hasta hace poco con líderes exclusivos de países capitalistas, sin embargo China ya está alcanzando el primer lugar en este contexto como exportador e importador.
Es también preciso referirnos a los pormenores de nuestra política con el exterior; Bolivia padece del síndrome del “un solo”, un solo producto, un solo sector, una sola región, un solo mercado. Tradicionalmente hemos sido dependientes de un solo sector, el minero, con un solo producto, el estaño, una sola región, Potosí – Oruro. Hoy pasa lo mismo con los productos no tradicionales, un solo producto, la soja, un solo sector, el agrícola, una sola región, Santa Cruz, y un solo mercado, el andino (Colombia).
Necesitamos de una política debidamente estructurada, con una oferta exportable sostenida, que garantice una balanza de pagos positiva; en este momento si desgasificamos nuestra balanza de pagos, volvemos a la realidad, es decir saldos negativos.
Tampoco creemos que la solución sea la apertura de más acuerdos subregionales. Con todas las experiencias mencionadas líneas arriba, ya no, más bien deberíamos incluso desistir de la idea de la “Nación Sudamericana”, y si en verdad existiera voluntad política de los plenipotenciarios quizá lo más adecuado sería convertir a Sudamérica en un “mercado común” a partir de ALADI; lo contrario es distraernos, no avanzar, seguir como países emergentes, seguir conjugando con la pobreza, mientras que los otros bloques avanzan y avanzan.
Mgs. en Comercio Internacional